Dark y el eterno retorno de Nietzsche

¿Quién no ha pensado en viajar atrás en el tiempo para corregirlo todo?
Cuando vemos los acontecimientos pasados desde la perspectiva del presente
muchas veces sentimos la necesidad de volver atrás, de corregirlos, retornar, de conseguirnos con nosotros mismos en aquel momento que tomamos una decisión equivocada
o que permitimos que las vivencias nos superaran.
Dark ofrece la posibilidad a sus protagonistas de realizar tal hazaña (con todos los desastres que ello conlleva) y sus personajes citan en muchas ocasiones frases y planteamientos filosóficos de algunos grandes pensadores, pero entre todos, resalta Nietzsche.
En el verano de 1881 en los Alpes suizos aquel pensamiento llego por primera vez a él, y lo dejo en llanto. Nietzsche plantea un desafío existencial cuando describe su filosofía más abismal, "El eterno retorno", y en el párrafo entero la plantea como una pregunta:
¿Cómo te sentirías si un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijera: "¿Esta vida, tal como la estás viviendo ahora y tal como la has vivido [hasta este momento], deberás vivirla otra vez y aún innumerables veces? Y no habrá en ella nunca nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer, cada pensamiento y cada suspiro y todo lo indeciblemente pequeño y grande de tu vida deberá volver a ti, y todo en el mismo orden y la misma secuencia - e incluso también esta araña y esta luz de la luna entre los árboles, e incluso también este instante y yo mismo. ¡El eterno reloj de arena de la existencia se invertirá siempre de nuevo y tú con él, pequeña partícula de polvo!"
Este planteamiento nietzschiano no debe entenderse como un concepto. Nietzsche propone en "Así hablo Zaratustra" las ideas de forma abstracta y no como una teoría. Ahora bien, para entenderlo es necesario partir del concepto del tiempo tal como lo entendemos nosotros, esto es, como una línea en la que la vida parte desde un punto y avanza en una serie de hechos que se yuxtaponen uno delante de otro, siendo el pasado las vivencias que quedaron atrás, y el futuro las que están por venir.
Por el contrario, en el eterno retorno, así como en Dark, que se nutre de estas ideas, y de hecho, las cita en algunos de sus episodios, el tiempo funciona de forma distinta, no como una línea recta sino circularmente, como un bucle perpetuo. De manera tal que, en contradicción con nuestra noción intuitiva del tiempo lineal, así como con la concepción bíblica e incluso la científica, el tiempo no tendría un inicio. No empieza en la creación, ni con un big bang, sino que es infinito, esto es, lo caminos hacia adelante y hacia atrás no tienen fin. Pero esta infinidad de las cosas no significa que sean eternas, sino que nacen y mueren una y otra vez.
Así pues, si el pasado es infinito, todas las cosas tienen que haber recorrido ese camino y nada nuevo puede pasar, lo mismo sucede con el futuro. Esto es el eterno retorno, todo ya ha ocurrido y todo tiene que volver a ocurrir.
Ahora bien, Dark se nutre de tal afirmación literalmente creando una ficción en la que los personajes efectivamente viajan en el tiempo, manteniéndonos en suspenso o tratando comprender el complicado entramado que envuelve a las cuatro familias en Windem y que, al final de la temporada dos, asomó la posibilidad de la existencia de otro mundo. En este punto vale explicar que los viajes en el tiempo en la ficción son abiertos y cerrados. Abiertos, cuando crean nuevos universos al alterarse el pasado, como ocurre por ejemplo en el universo de marvel, y cerrados, como ha sido hasta ahora en Dark (aun no veo la tercera temporada al momento de escribir este ensayo) en la que los personajes permanecen en un loop infinito.
Pero en el fondo, aun apoyándose en planteamientos filosóficos, Dark no pasa de ser una mera ficción, y a pesar que Nietzsche tiene razones para sostener su hipótesis, incluso desde el punto de vista epistemológico y comoslogico, (y no desde un punto de vista empírico pues Nietzsche nunca se interesó por competir con la ciencia) resulta interesante realizar una reflexión de carácter existencial.
Y es que tal filosofía Nietzsche la plantea como una teoría ética. Frente a la pregunta: si alguien te dice que tienes que volver a vivir la vida tal como la estás viviendo en este instante, ¿la seguirías viviendo tal como la estás viviendo ahora? O como plantea el filósofo directamente:
¿Acaso te lanzarías al suelo rechinando los dientes y maldecirías al demonio que te hablara de esa forma? ¿O has vivido alguna vez un instante extraordinario, en el que hubieras podido responderle: "¡Eres un dios y nunca he oído algo más divino!"?
Nietzsche abraza el eterno retorno como Sísifo abraza la piedra según Camus. La cuestión no es soportar la carga de vivir la vida una y otra vez, sino llegar a quererla o desearla así. Es una teoría con actitud vitalista. Aceptar la vida con sus contradicciones. Querer el eterno retorno significa ponerse frente al devenir, y dejar de querer cambiar el pasado, más aun, quererlo así, porque no se puede cambiar, superando el pasado como obstáculo. El hombre que quiere ser feliz vive su vida de manera tal que desea repetirla, con todo el placer y sufrimiento, así pues, el hombre deja de vivir sin miedo y se transforma en el superhombre.
Por ultimo, a modo de conclusión, si bien no resulta fácil asemejar el planteamiento del eterno retorno (el mismo Nietzsche señala que el hombre esta tan lejos del superhombre como del mono) si resulta sencillo juzgar nuestras acciones del pasado desde la perspectiva presente y sin la sombra de la incertidumbre. Quizás no sea sencillo llegar a querer el pasado, pero podemos reconciliarnos con el.